Hombre

Hombre

El joven aspirante

imagina el pasado

lo sueña generoso,

brillante, novedoso;

imagina el ayer

aquel que vivirá

y que cimentará

su destrucción presente,

así muy diligente

prepara el retroceso

el viaje a la raíz,

reentrada a la matriz.

El viejo jubilado

añora su futuro

recuerda lo que hará

tiempos que vivirá

lecciones aprendidas

que aún no son creadas

ni menos enseñadas

y que él echa de menos

pese a no ser plenos

son suyos y se guardan

en cajones vacíos

del libre albedrío.

El hombre del presente

se encuentra en un limbo

sin certezas ni dudas

pues sólo vive el ahora

que ya dejó de ser

y que nunca será,

le robaron el tiempo,

torcieron sus relojes,

quemaron calendarios,

frieron sus neuronas

desconectaron su alma.

Así vive sin calma

soñando su pasado

recordando el futuro

en su extraño presente

inexistente.