Sorpresa
La vida está llena de sorpresas. A veces clamamos al destino para no sorprendernos tanto de lo que nos ha de suceder, o de lo que nos está sucediendo; pero si no sabemos las cosas antes de tiempo, es porque así debe ser.
Sorpresa
En los turbios renglones
de la sucia hoja
que acoge las letras,
ininteligibles por cierto,
del destino,
se debería leer
el mañana.
Mas las letras se mueren,
los renglones se tuercen
la hoja se opaca,
y el mensaje…
¿cuál mensaje? si ya no leo,
tal vez nunca existió.
Y la vida transcurre
sin tener un destino,
tal vez teniendo varios,
mas sin la claridad
que se supone tienen
las letras divinas.
Y te sumes en penas,
temores y dolores,
desencantos,
y todo aquello que vive
con potente raigambre
en la isla de la incertidumbre.
Y le ruegas al cielo
y te envían un ángel,
y le pasas las hojas,
y las toma y las lee;
las entiende, te mira
y se va.
En los turbios renglones
del libro de la vida,
se leen todas tus vidas;
mas nunca has de saber
lo que dice el libro,
es mejor no saber
y vivir la sorpresa…
En los turbios renglones
de la sucia hoja
que acoge las letras,
ininteligibles por cierto,
del destino,
se debería leer
el mañana.
Mas las letras se mueren,
los renglones se tuercen
la hoja se opaca,
y el mensaje…
¿cuál mensaje? si ya no leo,
tal vez nunca existió.
Y la vida transcurre
sin tener un destino,
tal vez teniendo varios,
mas sin la claridad
que se supone tienen
las letras divinas.
Y te sumes en penas,
temores y dolores,
desencantos,
y todo aquello que vive
con potente raigambre
en la isla de la incertidumbre.
Y le ruegas al cielo
y te envían un ángel,
y le pasas las hojas,
y las toma y las lee;
las entiende, te mira
y se va.
En los turbios renglones
del libro de la vida,
se leen todas tus vidas;
mas nunca has de saber
lo que dice el libro,
es mejor no saber
y vivir la sorpresa…
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