Quintesencia

¿Cuál es la expresión visible del alma? A veces me pregunto de qué manera aquel motor intangible que mora dentro nuestro se deja ver, aunque sea subrepticiamente. Me gustaría pensar que se manifiesta por aquellas cosas que nos engrandecen como personas, las que nos sacan del promedio de todos los días, aquellas que nos sacan una sonrisa espontánea de satisfacción, esas que nos suben el ego o nos despiertan la falsa modestia... Pero luego mi mente racional entra en acción y me despierta: si el alma es el motor que nos da la vida, cada acto es expresión pura y clara de ella. Así la rutina del día a día, los enojos, los disgustos, las penas, también son manifestaciones de ella, y no sólo las bellas cosas que fugazmente somos capaces de hacer. Por ende cada acción, por mínima que parezca, es un reflejo de lo que somos, en esencia. Basados en esta subjetiva premisa, ¿estás conforme con tu alma...?

Alma

Hace tiempo que deseo no escribir
con actos y palabras enfrentar la realidad
aunque duela, sea difícil, haga sufrir,
traiga buena o mala suerte, ventura o fatalidad.
Mas difícil en verdad es cambiar de un a otro día,
de un mundo solitario a un destino compartible,
dejarla la abulia pobre, rodearse, compañía;
de un tiempo de silencio, a un cambio incompatible.
Es todo a largo plazo, un largo plazo, una quimera
en busca de acercarse e integrarse al planeta;
quizás sea en vano perder tiempo en esa espera
el mundo no me sirve, está olvidado cual mal meta.
Que locura estoy pensando, letras son liberación
sueltan cadenas del alma, muestran la libertad;
debido de ser eterna, y no de escribir la ocasión,
seríamos diferentes, con sueños y longevidad.
Pero quiérase o no es duro, habiendo buena ventura,
enfrentar (de frente) la suerte, como quiere que venga,
todo día nuevo es vida que presenta una aventura,
sea blanda, sea dura, sea que nada obtenga.
Enfrentar una verdad, o una mentira, siempre cuesta,
cada ser y su verdad desean tener la razón,
al fin y al cabo el destino al tiempo bueno le resta
de poco real habido, dejando la sobra, a la sazón.
No puedo abandonar esta costumbre de escribir
aunque nadie los lea, los sienta, ni vea su humanidad;
es un buen complemento en esta, mi forma de vivir,
sin sufrir, sin alegrías, un solo modo: soledad.
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