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sábado, enero 05, 2008

maldición

la palabra es un don
pero también un arma,
no depende de sí misma
sino de quién
y de cómo se use

la palabra es peligrosa
crea puentes de fantasía
que se hacen realidad
pero que la realidad
impide que los crucemos

la palabra es traidora
parece no ser
pero es;
y al notarlo
ya es tarde

la palabra es ambigua
puede ser cualquier cosa
una para quien escribe
otra para quien lee
o quienes leen

la palabra es maldición
y quienes la usamos
estamos condenados
a maldecir día tras día
a todos quienes nos leen

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Detras de esa palabra hay un momento que no deseamos recordar ni repetir, ese momento que nos llena de impotencia y nos hace usarla contra cualquiera. Pero las condenas nunca son eternas y siempre es posible volver a empezar.
Muchas veces quienes maldicen por rabia o pena no imaginan que en el otro extremo hay alguien mas dolido que maldice a la vida al mismo tiempo.

Un beso y abrazo bien apretado.

4:06 a. m.  
Blogger Francisca Westphal said...

Es cierto, la palabra es poderosa y así como podemos empoderar también maldecir como tu dices... lo importante es no dañar, por lo menos, no hasta que duela tanto que sea irrecuperable cierto? Besotes

3:26 p. m.  
Blogger Nosotras mismas said...

Pasaba a saludarte y desearte un Feliz 2008.

Un abrazo

2:39 p. m.  
Blogger tukota said...

lo que tengo mas seguro es uqe para maldecir debes decir dos palabras en tu verso, OJALA al principio y YO TE MALDIGO al final...lo se porque tb estudie magia negra, roja, blanca y verde...toing! era mas prendia con el temita...

1:12 a. m.  

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