Simbología

Modestamente entrego al universo paralelo este pseudopoema, que interpreta en parte mi visión del cosmos, en la que la realidad no es más que una vibración en un concierto cósmico de límites inimaginables para nosotros, los habitantes de esta pequeña nave llamada Tierra. Todas las partes de la realidad son lo mismo, físico, emocional, intelectual, sólo cambia la frecuencia...

Campanas

Fútiles esperanzas tañen como campanas
violentando la calma absoluta que requiero,
abriendo grietas infinitas de forma indefinida,
vibrando a mortal frecuencia para cualquiera
en un monótono replicar que distrae
a la más abstracta de las conciencias
tornándola de súbito a inconsciente.
Perdido en el fragor de las campanas
busco la vuelta a la realidad
desesperadamente intento ver la senda
del conocimiento mundano;
más me encuentro con la barrera que,
en un instante perdido fabriqué
inexpugnable, cual mis sueños.
¿Qué melodías tañen las campanas,
cientos, miles, al unísono…?
¿Acaso no son los cantos de aquellos sueños
que por lo visto una vez tuve?
¿Acaso son las verdades de muchos
y que jamás quise escuchar?
¿Acaso no se parecen a las mentes desquiciadas
que nos enseñaron su concepto de racionalidad?
¿Acaso sea mi verdad, escondido tras el manto
que hoy ni con mis dientes logro cortar?
Y hoy sólo sé que nada de esto es, sino todo;
porque aquellos sueños de juventud iban
directamente contra mi rebeldía a la rebeldía;
porque jamás escuché otra verdad que la mía
por el incierto temor a desmoronarme, a no ser,
en suma, el temor a no existir;
porque la racionalidad del irracional es la receta
para avanzar y evolucionar: mas el terrestre,
sin lugar a dudas, ama su ridículo estancamiento;
porque, al fin de cuentas, mi verdad no es verdad...
Así, al avanzar en éstos párrafos, mis moléculas se dispersan
mi memoria se apaga, mis sentimientos vuelan libres,
mi materia se desvanece, y no hay antimateria que la reemplace
mi alma sigue su camino, mi ser no es...
(Y mientras el autor se desvanece, su máquina tañe,
su silla tañe, sus cosas tañen cual campana;
y mientras nadie llora su inusual partida
el mundo tañe al unísono... del universo)
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