Poder

El poder es casi un ente vivo. Es capaz de sacar lo mejor y lo peor de aquellos que alguna vez lo detentan. Permite a quien lo posee ayudar a todos quienes lo rodean, o aplastarlos sin miramientos. Lleva a actitudes sublimes y patéticas por alcanzarlo, y a acciones gloriosas y vergonzosas por mantenerlo. No importa el tipo de poder, político, económico, social, eclesiástico, laboral, sindical, físico o mental, al fin y al cabo es lo mismo...

Diamante

Oscurécese el cielo tras la gran nube
el diamante se destroza en mil pedazos
no queda más de los sueños que retazos
esparcido como el diamante en el espacio.
El anillo del poder que posee la joya
quebrada por el tiempo sideral
todo aquello que se cree irreal
se rompe y muerte junto al diamante.
Y avanzar la nube ocultando la vida
de todo ser que con su sombra cubre
lo que Dios crea, y que Colombo descubre
y que el hombre genérico se encarga de romper.
El dueño del anillo quiebra su dedo
ha perdido del miembro su utilidad
dejarlo ahí sería vanidad
defecto hace siglos por él olvidado.
Así espera mutilado de cuerpo y alma
la llegada del principio del final
término abrupto de obra monumental
y que estará borrada al alba.
Alba no habrá, tampoco crepúsculo
el mutilado observa la misión fracasada
humedécese del todo su vaga mirada
al conocer el tiempo de vida que le queda.
Y retrocede al tiempo del anillo y del dedo,
en que respetado y dulce, amartelado,
vivía de verdad, buen tiempo, buen pasado
en que todo dependía del poder del diamante.
Quebrada la piedra, quebrada la vida,
perdido el anillo, despojado el dedo,
mas es tarde, al mutilado le importa un bledo,
sólo le interesa aprender a vivir…
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