¿El final...?

Sí, llegó uno de mis días temidos: se me acabaron los poemas. En el segundo post que publiqué hace 11 meses, contaba que los pseudopoemas que iban a leer eran de mi época universitaria, hace ya unos 10 o 15 años. Así empecé a publicar todo lo que había escrito en esos tiempos, en la medida que los iba digitando. Pero un día no tuve más que digitar, y ahora no tengo más para publicar. El destino de este blog es un misterio para mí, haré lo posible por seguir escribiendo y acercarme al nivel que exhibía en esa época. No sé si logre mantener tampoco la regularidad, será complicado tener escritos nuevos semanalmente, más aún pensando en mis otros 2 blogs y teniendo en cuenta que mi visión de vida en estos instantes es diferente a la de ese entonces. Para el final guardé la segunda parte de un poema llamado "Desconocida", que fue uno de los primeros que publiqué aquí, acerca de una extraña musa que se presentó en mi vida durante 20 minutos, en un bus. Espero les guste. Saludos...

Recuerdos de la niña de la micro

Botado aquí, en un rincón de mi vida
sigo esperando volver a verte
y de nuevo en mis sueños tenerte
querida niña de la micro.
Primera musa que tuve, fuiste
quizás no la primera, mas la mayor inspiración
tú me la diste en tu extraña condición
que ni aún ahora entiendo
por más que pienso no comprendo
por qué estabas ahí
y por qué yo lo viví
como si ha tiempo te hubiera conocido
como si tu ser lo supiera vivido
cerca de mi ser.
Así y todo algo me extraña
un algo que a mi alma enmaraña
¿por qué en ti pienso hoy día
si hace mucho desapareciste?,
acaso seas una alegoría
de lo que no viví y tú viviste.
¿Has visto mucho de la vida
o eres nueva en esta existencia?
Tu vida es un enigma de presencia
hoy comprendo por qué no te entiendo
simplemente tú no estás viviendo:
no subiste a la micro aquella tarde
el sol a ésa hora no estaba que arde
yo no iba sentado tampoco a la ventana
no iba gente en la micro que tuviera alguna cana
ese día no existió...
Mas entonces, ¿qué estoy recordando?
¿acaso otra vez en mis sueños voy volando?
Quizás sea tal mi soledad que te tuve que inventar
para olvidar que estaba solo y tratar de disfrutar
un poco más mi vida, que pecaba de aburrida
y que aún hoy sigue pecando por ser mi vida
únicamente… ¿o soy yo en verdad
el estúpido que busca soledad
donde todos encuentran compañía?,
¿soy yo quien creo mi carestía?
Y hoy pienso en ti porque exististe
subiste aquel día a la micro y hacía calor
y tu actitud solamente mostraba candor
yo esperaba en ti simpatía y belleza
mas la supe opacar con un halo de torpeza;
tal vez mucho te idealicé, no recuerdo
y si lo hice no importa, no estaba cuerdo,
(débil excusa, ¿verdad?).
No estoy seguro si existes
o aún eres mi fantasía,
una loca idolatría
de una tarde de primavera,
¿o acaso verano era?,
no recuerdo bien la fecha,
no interesa.
Sigo aún pensando en ti como en algo misterioso
alguna forma de poder, un ser peligroso
y sólo fuiste una ilusión
una muy falsa percepción
de la realidad.
¿Será malo o poco sano
cambiar en algo la realidad para generar alegría
perturbar una cruel verdad, arreglar una porquería,
tratar de arreglar la vida, la propia o de los demás,
lograr por un corto instante hacer sentir la paz?
Si, es malo, la paz nunca ha existido
este inmundo planeta es un mundo guerrero
sin ilusión, sólo condiciones, mundo de pordioseros;
qué más se ha de esperar si las mentes creadoras
están muertas, escondidas, o no son escuchadas,
o también manipuladas por seres vestidos de hadas
que impiden que se libere la imaginación
seguramente aquello taparía la perversión
su único modo de vida.
Así apareciste tú, mitad sueño, mitad verdad,
y lograste ser causante que mi crimen cometiera,
que la mitad de verdad en el recuerdo escondiera
y sólo de ti expresara el lado de fantasía
aquel que logró darme un algo de alegría;
si, es verdad, alegría aunque no se nota
es un algo que siempre mi poesía acota:
el mejor modo de expresar alegría es escribir tristeza
pues así el alma apasionada logra mostrar su nobleza
y si de penas se trata, escribo con pena y valor,
quiérase o no es la verdad, mi mecenas es el dolor.
¿Cómo es que te recuerdo, niña de la micro,
en verdad todo esto has hecho en mi sentir
o sólo te ocupo de excusa para poder escribir
y liberar de mi mente estas palabras que sobran,
quede algún modo que mi alma un sentimiento cobran,
serás en realidad mi inspiración?;
claro que lo eres, pues en cada ocasión
que el tiempo me da el permiso intento recordar
tu ropa oscura, tu pelo, y el pañuelo aprisionar
tu cabellera de oro; más se qué lo que no olvidaré
serán tus ojos perdidos que jamás nunca miraré
si no es en mi recuerdo fantasioso
de aquel último instante, de recuerdos, poderoso,
bajando la pisadera y viéndote partir…
adiós, sueño musa, ya no te he de molestar,
mas nunca me pidas, nunca, que te olvide:
sé qué no lo he de lograr
jamás...
.